sábado, 16 de marzo de 2013

Con el paso del tiempo uno se da cuenta...

Y aquí se encuentra uno, otro viernes por la noche más, mientras todos están por ahí disfrutando de la noche con sus parejas/amigos, tirado, sin nada que hacer, salvo pensar y pensar.

Y pasan los días, pasan los viernes y sábados por la noche, y ves como mientras todos tienen planes, todos salen con sus amigos, todos tienen cosas que hacer con sus parejas, tú estás aquí, confinado, dentro de este cuerpo que no pediste tener, que no quisiste nacer.

Con el paso del tiempo uno se da cuenta de que nada es lo que parece; de que nada es lo que era.
Uno se da cuenta de que las personas sólo te utilizan, y de que no sirve de nada encariñarse con ellas.

Con el paso del tiempo uno se da cuenta de que cada día tiene menos ganas de vivir, pero más de morir.

Con el paso del tiempo uno se da cuenta de que es un error, sólo un error de la naturaleza que no debería haber sucedido.



Con el paso del tiempo uno se da cuenta de que las personas le darán esperanzas de ser lo que quiere ser, de hacer lo que quiere hacer, de tener la sensación de poder conseguirlo todo, para después quitártelas de golpe, sin que siquiera lo esperes.

Y con el paso del tiempo uno se da cuenta de que no hay nadie que lo acompañe durante toda su vida, salvo la nada. La nada y la inevitable y fría muerte.

Por suerte, las personas a las que quiero no tendrán que cargar con esa condena.